Siempre que dos personas se encuentran, se crea un mundo nuevo. Su simple reunión le da vida a un nuevo fenómeno, que antes no existía, que nunca había existido. Y a través de ese nuevo fenómeno ambas “personas” son modificadas y transformadas. Vosotros creáis la relación, pero dicha relación también os crea a vosotros.
La intimidad con una mujer o con un hombre es mejor que tener muchas relaciones superficiales. El amor no es una flor de temporada, requiere años para crecer. Y solo cuando crece va más allá de la biología y empieza a tener algo de lo espiritual en su naturaleza.
“Continuad buscándoos, encontrando maneras nuevas de amaros, de estar juntos”.
El hombre y la mujer, juntos, moviéndose de manera positiva, son un todo. Y la verdadera pareja -y hay muy pocas parejas verdaderas- es una en la que cada uno se ha unido con el otro de una forma positiva.
El enfoque femenino y el enfoque masculino son tan distintos que a menos que se lleve a cabo un esfuerzo consciente, a menos que se convierta en vuestra meditación, no existe esperanza de disfrutar de una vida apacible. De esa manera, la vida de un hombre y de una mujer, juntos, puede convertirse en una hermosa armonía.
Y como dice Tebé, despues de ser mas libres y aceptar el mundo como es, debemos hacer un paso más que es ofrecer nuestro masculino y femenino a nuestr@ compañer@ para sentir nosotros la esencia creativa, lúdica y placentera de la unión perfecta. «A la que empecé a contemplar toda esta belleza me sentí cautivado por ella, incapaz de merecerla y mucho menos de poseerla, sólo contemplarla extasiado, admirarla y aprender a respetarla, a honrarla y amarla. Poco a poco me dí cuenta de que mi masculino no podía ser herido por semejante Diosa y aprendí con cautela a rendirme a ella, a entregarme y a adorarla, deseando ofrecerle lo mejor de mi, pero sin atreverme todavia……Y fue asi como de forma mágica la Diosa me miró, se acercó y quiso entregarse a mi, ofrecerse entera sabiendo que mi amor no la podía dañar y empece a descubrirla, sentirla y gozarla y todo empezó a cambiar en mi interior, porque en la pasión sentia su fuerza y su amor sanador, en su néctar, la fuente de la eterna juventud, en su cuerpo y en su piel, un camino hacia el cielo, en su interior………el templo del amor, en sus entrañas, el oculto mundo de felicidad que llevándome al extaxis , nos hace dioses………»
Somos dioses………………
LO QUE TODO HOMBRE DEBE SABER
– Maestro, ¿qué es un Maestro de alcoba?
– Aquél que es capaz de hacer sentir a una mujer, en una sola noche, el origen del orgasmo, respondió el Gurú.
El discípulo preguntó:
-¿ Hay niveles de Maestría en la Alcoba?
– Lo que te dije recién es el primer nivel…
El discípulo preguntó:
– ¿Cuál es el segundo nivel?
– Regalarle a la mujer tantos orgasmos que en un momento te diga: Dios te manda saludos…
El discípulo se comenzaba a inquietar…
– ¿Hay un tercer nivel?
– En el tercer nivel, tu eres Dios…
Me imagino que ese es el último nivel…
– ¿Último?, aquí comienza otra octava en la Maestría…En este nivel la mujer sana todas sus heridas, se perdona a sí misma… En ese instante, tu te conviertes en su compañero, amigo, amante…En ese momento la mujer es el ser humano más consciente y feliz de este mundo…En ese momento, ya no existe nada más que beatitud… En ese momento se produce el verdadero Matrimonio: La unión del hombre con la matriz de la mujer…
El discípulo comenzó a llorar de felicidad…
Maestro, que maravilloso sería que todos los hombres puedan saber esto…
– No todos los hombres quieren saberlo, respondió el Maestro. Pero nos compete a nosotros encontrar la forma de llegar a todos…
– ¿Quieres saber cuál es el último nivel en el arte de alcoba?
– No puedo creer que aún falte un nivel más…
En el último nivel el hombre se disuelve, ya no sabe si es hombre o mujer, y tampoco le interesa saberlo…
La mujer, lo mira con mucha dulzura…y le susurra al oído:
“Continuad buscándoos, encontrando maneras nuevas de amaros y de estar juntos”.
“No cambies de pareja, cambia de actitud”.
LA PAREJA (Osho)
Siempre que dos personas se encuentran, se crea un mundo nuevo. Su simple reunión le da vida a un nuevo fenómeno, que antes no existía, que nunca había existido. Y a través de ese nuevo fenómeno ambas “personas” son modificadas y transformadas. Vosotros creáis la relación, pero dicha relación también os crea a vosotros.
La intimidad con una mujer o con un hombre es mejor que tener muchas relaciones superficiales. El amor no es una flor de temporada, requiere años para crecer. Y solo cuando crece va más allá de la biología y empieza a tener algo de lo espiritual en su naturaleza.
“Continuad buscándoos, encontrando maneras nuevas de amaros, de estar juntos”.
El hombre y la mujer, juntos, moviéndose de manera positiva, son un todo. Y la verdadera pareja -y hay muy pocas parejas verdaderas- es una en la que cada uno se ha unido con el otro de una forma positiva.
El enfoque femenino y el enfoque masculino son tan distintos que a menos que se lleve a cabo un esfuerzo consciente, a menos que se convierta en vuestra meditación, no existe esperanza de disfrutar de una vida apacible. De esa manera, la vida de un hombre y de una mujer, juntos, puede convertirse en una hermosa armonía.
Y como dice Tebé, despues de ser mas libres y aceptar el mundo como es, debemos hacer un paso más que es ofrecer nuestro masculino y femenino a nuestr@ compañer@ para sentir nosotros la esencia creativa, lúdica y placentera de la unión perfecta. «A la que empecé a contemplar toda esta belleza me sentí cautivado por ella, incapaz de merecerla y mucho menos de poseerla, sólo contemplarla extasiado, admirarla y aprender a respetarla, a honrarla y amarla. Poco a poco me dí cuenta de que mi masculino no podía ser herido por semejante Diosa y aprendí con cautela a rendirme a ella, a entregarme y a adorarla, deseando ofrecerle lo mejor de mi, pero sin atreverme todavia……Y fue asi como de forma mágica la Diosa me miró, se acercó y quiso entregarse a mi, ofrecerse entera sabiendo que mi amor no la podía dañar y empece a descubrirla, sentirla y gozarla y todo empezó a cambiar en mi interior, porque en la pasión sentia su fuerza y su amor sanador, en su néctar, la fuente de la eterna juventud, en su cuerpo y en su piel, un camino hacia el cielo, en su interior………el templo del amor, en sus entrañas, el oculto mundo de felicidad que llevándome al extaxis , nos hace dioses………»
Somos dioses………………
Simplemente preciosa
http://www.vevocine.com/2013/07/ver-bliss-el-amor-es-extasis-1997.html
No mires hacia abajo.
En la Vida estarás siempre diciendo adiós pero eso no te ha de impedir AMAR.
http://amorlatinochat.com/No-mires-para-abajo.html
http://www.youtube.com/watch?v=ggMEPsR4uT8
Maestro de alcoba
LO QUE TODO HOMBRE DEBE SABER
– Maestro, ¿qué es un Maestro de alcoba?
– Aquél que es capaz de hacer sentir a una mujer, en una sola noche, el origen del orgasmo, respondió el Gurú.
El discípulo preguntó:
-¿ Hay niveles de Maestría en la Alcoba?
– Lo que te dije recién es el primer nivel…
El discípulo preguntó:
– ¿Cuál es el segundo nivel?
– Regalarle a la mujer tantos orgasmos que en un momento te diga: Dios te manda saludos…
El discípulo se comenzaba a inquietar…
– ¿Hay un tercer nivel?
– En el tercer nivel, tu eres Dios…
Me imagino que ese es el último nivel…
– ¿Último?, aquí comienza otra octava en la Maestría…En este nivel la mujer sana todas sus heridas, se perdona a sí misma… En ese instante, tu te conviertes en su compañero, amigo, amante…En ese momento la mujer es el ser humano más consciente y feliz de este mundo…En ese momento, ya no existe nada más que beatitud… En ese momento se produce el verdadero Matrimonio: La unión del hombre con la matriz de la mujer…
El discípulo comenzó a llorar de felicidad…
Maestro, que maravilloso sería que todos los hombres puedan saber esto…
– No todos los hombres quieren saberlo, respondió el Maestro. Pero nos compete a nosotros encontrar la forma de llegar a todos…
– ¿Quieres saber cuál es el último nivel en el arte de alcoba?
– No puedo creer que aún falte un nivel más…
En el último nivel el hombre se disuelve, ya no sabe si es hombre o mujer, y tampoco le interesa saberlo…
La mujer, lo mira con mucha dulzura…y le susurra al oído:
– Finalmente eres un Hombre…